Descripción
Un desafío a la ciencia.
Desde el descubrimiento de la electricidad, los magos han intentado convertirse en conductores y creadores de corriente. Hay muchísimos efectos y formas de aproximarse al fenómeno pero, la bombilla que se enciende sola sigue triunfando sobre los demás.
Es fácil de hacer, está fabricada en gran calidad (nada de plásticos) y puede ser manejada por los espectadores. Después, cuando el mago la sostiene en la punta de los dedos, consigue que se encienda sin necesidad de cables o pilas.
Un juego muy divertido que se presta a presentaciones cómicas, dramáticas o como accesorio para adivinaciones.
Dificultad Fácil.
¡Todavía no hay reseñas!