Descripción
Absolutamente impresionante.
Este juego me tiene enamorado desde el primer momento en que lo vi hace muchos años. Un efecto orgánico, directo, adaptable a infinidad de situaciones y realmente mágico.
Muestras una bola de plastilina y, con ayuda de los espectadores formas un pequeño hombrecito. Por supuesto, está completamente inanimado y carente de vida… porque le falta algo. Sólo tienes que hacer un pequeño corazón de plastilina y colocárselo para que cobre vida y comience a andar solo.
A partir de ahora se abre un universo de posibilidades. Puede ser una obra colectiva emocional o un juego divertido y cómico.
Un juego agotadísimo y que no se va a volver a fabricar.
¡Todavía no hay reseñas!